Picasso decía que en la mentalidad están los años: “Cuando se es joven se es joven para toda la vida”.
Los primeros 40 años de la infancia son los más difíciles:-)
Mi trabajo como Director de Compras de Juguetes y Videojuegos en El Corte Inglés, hacía que constantemente llamase al niño que todos llevamos dentro.
Retrocedía a la edad a la que el juguete estaba destinado.
Me hacía muchas preguntas sobre los beneficios, aprendizajes y las habilidades que desarrollaba… creatividad, imaginación, lenguaje, inteligencia, sociabilidad, afectividad, motricidad, destreza, equilibrio, etc.
Lo consideré tan importante, que incorporamos estos símbolos en los catálogos de juguetes.
En la piel de ese niño, probaba y jugaba como si fuera el único juguete que existiera…
Los mejores juguetes no son los más sofisticados.
Un robot capaz de realizar infinidad de funciones consigue que todas esas cosas las deje de hacer tu hijo. Si un muñeco se ríe, tu hijo no va a poder pensar que está triste y consolarle. Si habla, no va a poder imaginar una conversación con él cada vez que lo coja. Piensa quién prefieres que haga las cosas, ¿el juguete o el niño?
Un juguete bueno es aquel que, sin ser nada concreto, puede ser todo.
Regresar tan a menudo a ese niño, me ha mantenido más joven.
No es que tenga el retrato de Dorian Grey en casa :-)
El paso del tiempo es ineludible y apreciable, pero la edad hay que sentirla y como decía Picasso: “intenta sentirte joven y tu mente se mantendrá abierta a cualquier cambio o circunstancia”.
Hace poco tiempo tuve una transformación rejuvenecedora y de bienestar como cuando probaba esos juguetes.
Una planta milenaria y la recomendación de mi amiga Patricia, (farmacéutica) de que la probase, fueron los causantes de ese cambio.
Puede que te preguntes qué tendrá que ver los juguetes con la hidra o mantenerte siempre joven, pero recuerda a Picasso:
“Todos los niños nacen artistas, lo difícil es seguir siendo un artista cuando crecemos”
A lo largo de la historia, se ha buscado una fórmula o elixir que otorgue la eterna juventud.
La posibilidad de “rebobinar” células adultas a etapas más tempranas ha revolucionado un sector de la ciencia.
Existe un animal que es casi inmortal.
Nunca envejece.
Con apenas un centímetro de tamaño, la hidra es un diminuto invertebrado de agua dulce, amarrado a una juventud eterna.
Lo descubrió en 1998 Daniel Martínez, profesor de Biología Molecular en la universidad Pomona de California, cuando intentaba probar justo lo contrario: “Decidí empezar experimentos con la hidra, con la idea de que iba a demostrar que envejecía porque todos los animales envejecen. Pero después de 4 años, no había mortalidad. Y para un bicho pequeño como la hidra es mucho. Las cosas pequeñas viven semanas pero no años”.
El dogma establecido de la muerte inexorable de los seres vivos se tambalea en las entrañas de la minúscula hidra y acapara la atención de la comunidad científica.
¿Cómo era posible?
¿Qué tenía de especial?, y lo más importante:
¿Podría suceder en otros animales como los humanos?
La explicación de esa eterna juventud de la hidra está en su cuerpo “hecho totalmente de células madre” explica Martínez: El animal se regenera a sí mismo sin cesar. “Nosotros no nos podemos permitir que todo nuestro cuerpo sea de células madre porque necesitamos órganos: como somos tan grandes no podemos absorber alimentos a través de la piel, necesitamos un sistema para ingerir alimentos y luego llevarlos a todo el cuerpo”.
La formación de órganos requiere que nuestras células se diferencien y eso hace que pierdan su capacidad de reproducción: cuando la vuelven a ganar tenemos cánceres. En síntesis, nuestra propia complejidad es la que nos mata.
Sin embargo, los hallazgos en este animal pueden ayudar a desentrañar los mecanismos moleculares del envejecimiento en humanos.
Llevaba 30 años trabajando para una gran empresa como El Corte Inglés.
En 2019 todo cambió de manera inesperada, tuve que afrontar un cambio organizacional abrupto y tomé la difícil decisión de negociar mi salida de la empresa.
Nunca imaginé que mi estado de ánimo y mi calidad de vida siguieran afectados durante meses por esta decisión.
El insomnio y las pesadillas eran constantes, intentaba mirar al futuro, quedarme solo con lo bueno del pasado, pero la mente y los pensamientos son libres, y a veces no se dirigen hacia donde uno desea.
No me reconocía en el espejo.
No encontraba a ese niño que, hasta hace poco, regresaba a la infancia para disfrutar de los juguetes.
La cara de la vejez remarcaba más pliegues que aparecieron de repente.
Las ojeras y bolsas apagaron el brillo de la mirada.
La luz de la juventud se había esfumado.
El paso del tiempo de años se acumuló de golpe.
Las canas brotaron sin avisar, como una pintura blanca que se extendió por mi cabeza para reflejar la inevitable vejez.
En seis meses, de manera inesperada, había envejecido diez años.
La terapia de la escritura (publiqué dos novelas), el deporte, e iniciarme en la meditación me ayudaron, sin ser suficiente.
El peso de la ansiedad es mayor que el del mal que la provoca.
Mis pensamientos seguían anclados en el pasado, eran unas cadenas pesadas de las que no lograba desprenderme…
Patricia vio mi cansancio acumulado y me recomendó probar con lo que llevaba meses trabajando.
Esa misma noche, con solo cuatro gotas de CBD debajo de la lengua, experimenté un cambio radical, mi sueño fue profundo y reparador como hacía mucho tiempo…
Mi ansiedad desapareció y una visión animada sobre la vida, lo afortunado que somos, dibujaron una sonrisa que hoy en día es la base de mi felicidad.
Con esta revelación, decidí unirme a Patricia en su proyecto de desarrollar una línea de cosmética con CBD.
Invertí mi dinero y dedicamos nuestro tiempo y esfuerzo en crear productos únicos y 100% naturales.
Surgió Yes We Cann, una marca que lleva en su nombre la determinación y la confianza de que todo tiene solución.
Nos hemos enfrentado a numerosos desafíos en este camino, pero siempre hemos mantenido la convicción de que podemos superarlos.
Nuestra historia tiene un único propósito: ayudar a mejorar la vida y el bienestar del mayor número de personas 🙂
El CBD ha transformado el bienestar de millones de personas.
Es 100% natural, extraído de la planta milenaria del Cáñamo, que por sus múltiples beneficios ha enamorado a la comunidad científica.
No tiene ningún efecto secundario, pruébalo y consigue ser tu mejor versión.